Ciudad del Vaticano. El cónclave que arrancará el próximo miércoles 7 de mayo para escoger al nuevo papa después de la muerte de Francisco, el pasado 21 de abril, será el más internacional de la historia, con representantes de 71 países diferentes de los cinco continentes y una media de edad que ronda los 72 años.
El pontífice argentino, que eligió a cerca del 80 % de los cardenales que escogerán a su sucesor, dejó un grupo variado, con representación de todos los continentes y en el que se estrena una docena de países.
El colegio cardenalicio está formado por un total de 252 cardenales, de los cuales 135 son electores y 117 no electores, porque superan los 80 años.
Por continentes, forman parte del colegio cardenalicio 53 europeos, 37 americanos (16 de América del Norte, 4 de Centroamérica y 17 de Sudamérica), 23 asiáticos, 18 africanos y 4 de Oceanía.
En las mesas dispuestas a ambos lados de la Capilla Sixtina estarán representadas 17 naciones africanas – con Costa de Marfil como el único país del continente que contará con dos cardenales electores – , 14 americanas, 17 asiáticas, 18 europeas y 4 de Oceanía: Australia, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea y Tonga.
Una media de edad de 72 años
De los 135 electores, el Vaticano confirmó que solo 133 entrarán en la Capilla Sixtina para el cónclave, puesto que dos de ellos han alegado no poder viajar por motivos de salud, entre ellos el español Antonio Cañizares. Del otro ausente aún se desconoce la identidad.
Dentro de la capilla la media de edad de los cardenales rondará los 72 años y el grupo contará con hasta 15 por debajo de los 60 años.
El más veterano en participar será precisamente otro español, Carlos Osoro Sierra, de 79 años, que cumplirá los 80 el próximo 16 de mayo y que fue nombrado cardenal por Francisco, mientras que el más joven será el australiano por adopción Mikola Bychok, de 45 años, originario de Ucrania, obispo eparquial de los Santos Pedro y Pablo de Melbourne de los ucranianos.
Dos casos curiosos en relación con el límite de edad para participar en el cónclave son los de los africanos Philippe Ouédraogo de Burkina Faso y el del keniano John Njue, cuyas fechas de nacimiento se vieron modificadas en los últimos meses y les permitirán entrar en la Capilla Sixtina, según algunos medios.
La oficina de prensa del Vaticano señaló que esto se puede deber a que los purpurados hayan aportado nuevos documentos.
Ouédraogo tenía como fecha de nacimiento el 25 de enero de 1945 en el nuevo anuario pontificio de 2024, aunque ahora su octogésimo cumpleaños se pospone al 31 de diciembre. El burkinés explicó que estos cambios se deben a que en su lugar de nacimiento no había hospitales ni escuelas y no registraron su fecha de nacimiento.
La Capilla Sixtina más global
Por primera vez el próximo 7 de mayo, 12 países del mundo estrenarán representación dentro de la Sixtina para un cónclave con cardenales electores autóctonos, entre ellos Haití, Cabo Verde, República Centroafricana, Papúa Nueva Guinea, Malasia, Suecia, Luxemburgo, Timor Oriental, Singapur, Paraguay, Sudán y Serbia.
Aunque el cónclave que escogerá al sucesor de Francisco será el que tenga menos representación italiana de la historia, Italia sigue siendo el país con más cardenales dentro del cónclave, con 17 electores, seguido por Estados Unidos, que cuenta con 10.
Los cardenales afrontan problema de finanzas
La séptima congregación general del cardenales, las reuniones preparativas del conclave, contó esta mañana con la participación de 181 cardenales, de los cuales 124 son electores, y se abordó la delicada situación económica y financiera de la Santa Sede, uno de los retos para el nuevo papa.
El portavoz vaticano, Matteo Bruni, explicó que el debate de esta mañana se centró en los “problemas” y “desafíos” de las finanzas vaticanas, con intervenciones de los cardenales Reinhard Marx, como coordinador del Consejo para la Economía; Kevin Joseph Farrell, responsable del Comité de Inversiones; y Christoph Schoenborn, presidente de la Comisión de Supervisión del IOR (el banco vaticano).
También tomaron la palabra el presidente emérito del Gobierno de la Ciudad del Vaticano, Fernando Vergez Alzaga, y Konrad Krajewski, responsable del Dicasterio para la Caridad.
Entre las reformas de Francisco figura la de las finanzas del Vaticano, con un trabajo de transparencia sobre todo en el IOR (el banco vaticano), aunque el próximo pontífice tendrá que abordar una auténtica revisión del gasto ya que las donaciones a la Iglesia han bajado considerablemente.